No caiga en esta trampa que podría destruir su blog

El mes pasado se acercó un cliente y amigo mío porque tenía un problema con su blog. Su Blog había comenzado muy bien, tenía tres meses de haber iniciado y contaba con mucho contenido y había empezado a conseguir un buen número de lectores, pero luego de repente todo se detuvo.

Andrés me llamo para invitarme una cerveza o un café lo que yo prefiriera, les he de contar que se me hizo raro ya que mi amigo es un poco tacaño, el trasfondo de esta invitación era contarme su situación y ver si lo podía ayudar a solucionar su problema. Entonces me conto lo siguiente que tal vez alguien que lea este artículo se sienta identificado.

La razón por la que Andrés empezó a bloguear era que había sido un lector del blog de David Cantone (http://davidcantone.com/). Había estado tan inspirado en este blog que decidió que simplemente tenía que empezar su propio blog - lo cual hizo.

El problema que trajo el blog de mi amigo empezó cuando él se puso a comparar su blog y la audiencia con la de su héroe en los blogs “David”.

Primero se dio cuenta que el diseño del blog de David era sencillo, profesional, fácil de navegar y tenía cada cosa donde tenía que estar. Pero en el transcurso de los días comparaba todo, hasta lo más mínimo.

Su héroe parecía que tenía un blog con más confianza, tenía más comentarios, tenía una cuenta de Twitter con muchos más seguidores, compartían mucho más sus posts, ofrecía cursos y entrevistaba a gente importante en el ramo, todo esto lo llevo a unos eventos interesantes.

Una vez que mi amigo comenzó a comparar su blog con el de su héroe no podía parar. Me comento que cuando se sentaba a trabajar en su blog, seguro terminaba en el blog de su héroe y cuentas de redes sociales - por horas – para comparar lo que él estaba haciendo.

Por un lado Andrés sabía que no era una comparación justa - que él sólo tenía blogueando un par de meses y su héroe había estado blogueando desde 2010.

Comenzó a pasar más tiempo perfeccionando sus artículos, esto con la esperanza de escribir con más calidad incluso que la de su héroe, pero el resultado por lo general era tirar a la basura el artículo que le había dedicado 2 o más días.

Primero pasaron días entre publicaciones de post y luego semanas. El blog de Andrés comenzó a detenerse y luego murió por completo.

Andrés no es el único blogger que cae en la trampa de compararse con los demás - de hecho, he oído esta historia (o parecida) en numerosas ocasiones.

Si estas comparándote ten cuidado puede que esté jugando con fuego. En esas charlas con Andrés llegamos a esa conclusión.

Andrés se convenció que no era justo compararse con su héroe, él sabía esto en algunos niveles, pero necesitaba oírlo de nuevo.

Su héroe había estado blogueando desde hace años. Andrés había estado blogueando desde hace meses.

Andrés veía el número de seguidores de Twitter de su héroe, el número de comentarios que estaba recibiendo, todo esto sin tener el cuadro completo de este otro blogger.

No sabía cuántas horas de trabajó había invertido, él no sabía si ese otro blogger tenía personas que trabajan para él.

No estoy diciendo que el otro blogger está ocultando nada ni haciendo nada malo - sólo que las comparaciones que Andrés estaba haciendo eran solo de la información que conocía.

Así que si estas corriendo junto a otros que a veces parecen estar corriendo más rápido o con más destellos... no te preocupes, tu continua con tu ritmo de trabajo, seguro algún día podrás alcanzar tus metas, no quieras realizar las metas de otros.

Espero que les sirva esta experiencia y que nos envíes tus comentarios. Saludos y gracias por leernos